Esta predicación está basada en el libro de Ezequiel 37:1-14

 

una persona, una familia, una iglesia o una nación entera pueden muchas veces estar espiritualmente muertas, esto es cuando nos desligamos de Dios y no obedecemos y nos alejamos a tal punto que nos secamos tanto, somos como un tamo que arrebata el viento.

esa sequedad nos quita todo tipo de sentimiento y amor y pensamiento en Dios que pareciéramos que somos un montón de huesos secos.

 

quien produce este mal?     los hombres

como comienza este mal?  con la desobediencia

que síntomas tiene?            debilitamiento, alejamiento, se apaga la llama del espíritu, desfallecimiento (el sentirnos derrotados).

cuál es la cura?     El orar a Dios y arrepentirse y volverse a él en palabra y acción.

 

V:1-2

la mano de Dios llevó a Ezequiel en espíritu, esto es en una visión de lo que habría de pasar.

V:3

la pregunta retorica  Tú crees que puedan vivir estos huesos?

la respuesta con incertidumbre, el profeta no sabía cómo contestar.

existen momentos en tu vida en que estas tan distante de las cosas de Dios que sientes que ya todo se acabo, son esos momentos en que no encontramos la salida y creemos que Dios actúa como nosotros olvidándose de su promesa.

nos sentimos secos, muertos a la vida espiritual, tú en esos momentos crees que Dios pueda revivirte de nuevo?

 

V:4-5

Dios le dice que profetice sobre los huesos, “así dice Jehová”  notemos que el poder viene de el por lo que deja bien claro quién da la orden.

“yo hago entrar espíritu en vosotros y viviréis”

 

V:6

Dios nos da todo aquello que necesitamos, nos pone tendones (desde los más minino de nuestras necesidades nos provee), nos hace subir carne (nos fortalece) y nos pone piel (nos da una apariencia buena para adornarnos).

y lo más importante nos da de su espíritu de vida (Nos reconcilia con Él), Dios nos perdona cuando volteamos a Él,  DEJEMOS LO MALO Y SIGAMOSLE A EL.

V-7

cuando obedecemos a Dios las cosas pasan, Ezequiel profetizo como Dios dijo y las cosas pasaron, un sonido y un terremoto, como si nuestro Padre se anunciara en una forma típica

V-8

y delante de los ojos de Ezequiel ocurrió el milagro y se quedo perplejo de ver aquello, los cuerpos erguidos de los que estaban muertos plenamente restaurados.

de la misma forma Dios nos puede restaurar a nosotros aun que estemos destruidos moralmente y abatidos espiritualmente y nos da la confianza para seguir adelante según su amor, restaura nuestra vida y nos saca del pozo en que estamos alejados de Él  sin esperanza.

pero aun no estamos vivos espiritualmente.

 

V-9

ahora el Espíritu es el que da vida, aquel aliento de vida que fue dado a Adán, entonces busquemos al Espíritu en toda solicitud y ruego y su espíritu se moverá en nosotros.

cuantas iglesias se parecen a esta historia, cuantos santuarios parecen un valle de huesos secos, en donde existía la obediencia, el amor, la alegría, las bendiciones y el alabar a Dios.

pero se apaga el espíritu en aquellos lugares en donde nos olvidamos de alabar a Dios, de gozarnos con Dios, de trabajar para Dios, de dar para Dios  de estar con Dios, son aquellas iglesias donde solo asistimos por asistir y el creyente se va alejando de Dios lenta y peligrosamente.

 

Juan 15:5  Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.

Juan 15:6  El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.

 

V-10

otra vez la obediencia a Dios hace la diferencia en nuestra vida, cuando lo hacemos en el nombre del Señor las cosas son ejecutadas con gran poder.

Romanos 11:15  Porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de entre los muertos?

por lo tanto el volver a reconciliarse con Dios es tanto como y comparativo con la resurrección.

Dios puede cambiar tu vida, el puede darte lo que tú necesitas, porque te alejaste de Él, porque no tienes tiempo para Él, que es lo que te pasa, vuelve pues pronto al trono de la gracia.

 

V:11-12

ahora el pueblo de Israel estaba desolado en cautiverio en Babilonia y se sentían sin ninguna oportunidad de volver a su estado anterior, estaban derrotados como nación físicamente y espiritualmente como creyentes.

los Israelitas sentían que sus sepulcros eran aquellas tierras en donde estaban en cautiverio.

pero Dios les dijo que los sacaría de aquellos sepulcros y los haría subir de sus sepulturas para traerlos a su lugar original que es la tierra de Israel.

 

V:13-14

nadie más tiene el poder de restaurarnos a nuestra vida preciada que Dios nos dio más que el, aun que sintamos que todo está perdido, aun que sintamos que no hemos hecho lo suficiente, aun que le hallamos fallado, el nos puede restaurar por su poder y amor eterno.

y cuando esto pase sabremos que Él lo hizo pues nadie más puede hacerlo, solo Él tiene el poder.

Dios los bendiga.

 

 

 

 

 

 

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